Alcanzar metas

Esa meta que nunca puedo alcanzar

Todos tenemos alguna meta que parece eludirnos, un sueño que siempre está en el horizonte pero que, por alguna razón nunca se concreta. Tal vez sea escribir un libro, iniciar un negocio propio, aprender un nuevo idioma o mejorar nuestro bienestar físico o emocional. Nos hacemos promesas, nos proponemos planes y decimos mañana, el próximo mes, el próximo año, pasa el tiempo, pasan los años y ahí sigue esa meta en la lista de sueños sin cumplir.

De repente la meta ya parece inalcanzable, muy lejos o hasta imposible…

¿Por qué no hemos logrado cumplir ese sueño? ¿Qué nos está frenando realmente?

Te comparto los 5 principales motivos de por qué no logramos cumplir metas:

1. Miedo al Fracaso o al Éxito

El miedo es uno de los mayores obstáculos. Nos preocupa fracasar y enfrentar el sentimiento de que no somos lo suficientemente buenos o capaces y todavía peor si nos imaginamos un fracaso público.

A veces, incluso el miedo al éxito nos detiene: alcanzar esa meta podría significar cambios profundos en nuestra vida, responsabilidades adicionales o la posibilidad de decepcionar a quienes nos rodean. Nos auto-saboteamos para evitar estos posibles resultados.

Miedo al fracaso o al éxito

Consejo práctico: Reconocer el miedo al fracaso y al éxito es el primer paso. Una vez identificado, intenta analizarlo objetivamente. ¿Qué es lo peor que podría pasar si fracasas? ¿Qué es lo mejor que podría pasar si tienes éxito? Imagina esos 2 escenarios y decide qué harías en cada caso. Muchas veces, ver estos miedos desde un ángulo más racional y menos emocional nos ayuda a reducir su impacto y seguir adelante.

2. La Falta de Claridad en el Propósito

A veces, nuestras metas son más grandes que nuestra claridad sobre ellas. Es fácil decir “quiero ser rico” o “quiero mejorar mi salud” pero, ¿qué significa en realidad? ¿Cómo se ve esa riqueza o esa salud ideal? Tener un propósito claro y específico, con pasos definidos hace una gran diferencia. ¿Hemos tomado el tiempo de definir exactamente lo que queremos lograr y cómo se vería esa meta alcanzada?

Falta de claridad en el propósito

Consejo práctico: Intenta dividir tu meta en sub-metas específicas. Por ejemplo, si tu objetivo es “mejorar la salud”, define con claridad lo que eso significa para ti. ¿Quieres mejorar tu resistencia? ¿Perder peso? ¿Dormir mejor? Cada uno de estos propósitos puede transformarse en una serie de pasos claros, que serán mucho más fáciles de seguir y lograr.

3. Creencias Limitantes

Muchas veces, lo que realmente nos impide avanzar son nuestros propios pensamientos. Creencias como “no soy lo suficientemente bueno”, “no tengo los recursos necesarios”, “no merezco el éxito” o “Nunca va a ser posible para mi” nos mantienen atrapados e inclusive nos auto-saboteamos. Para superar estas barreras, es fundamental identificar y cuestionar estas creencias, desafiándolas con pequeñas acciones que nos demuestren lo contrario.

Creencias limitantes

Consejo práctico: Cada vez que identifiques una creencia limitante, desafíala. Pregúntate si es una creencia basada en hechos o simplemente en percepciones negativas de ti mismo. Intenta reemplazar esa creencia con una afirmación positiva que te recuerde tu capacidad para lograr tu objetivo.

4. Expectativas No Realistas

En ocasiones, establecemos metas enormes sin considerar el tiempo y el esfuerzo real que requieren. Queremos resultados rápidos y cuando estos no llegan nos sentimos desmotivados y abandonamos la meta. Los logros importantes requieren paciencia y perseverancia.

Expectativas no realistas

Consejo práctico: Aprende a dividir una gran meta en pasos más pequeños y realistas. Establece fechas límite para cada paso y reconoce y celebra cada pequeño avance, ya que cada paso que das es un logro en sí mismo y te mantiene en el camino.

5. Miedo a que te juzguen los demás

Puede ser que nuestra meta sea algo fuera de nuestra zona comfort, de lo que espera nuestra familia y amigos de nosotros y creemos que cumplirlo podría ser mal visto, que traería problemas o seríamos la burla de otros. Este miedo a ser juzgados nos paraliza y nos hace dudar de nuestra propia visión, llevándonos a minimizar nuestros deseos y a frenarnos.

Miedo a que me juzguen los demás

Consejo práctico: Liberarnos de este miedo significa entender que quienes realmente nos apoyan no juzgarán nuestros sueños; y que en última instancia nuestra felicidad es lo que realmente importa.


Si te llevas algo, llévate esto…

Es normal que alcanzar una meta tome tiempo, especialmente si esa meta tiene un significado profundo para ti. En lugar de rendirte o de ver el paso del tiempo como un fracaso, aprende a ver cada obstáculo como una lección que te acerca a tu objetivo.

Cada paso, por pequeño que sea es un avance. Recuerda que la constancia suele ser más poderosa que el talento o la suerte. Al final, lograr una meta que llevamos tanto tiempo deseando no solo significa cumplir un sueño; sino también una victoria sobre nuestros propios miedos y limitaciones.

¿Te gustaría apoyo para lograr esa meta?

Da clic aquí y descarga la metodología del club para lograr metas.

Te podría interesar: